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Ignoto

Break up

Doler creo que ya dolió lo suficiente y ahora sólo queda cerrar y auto curar, aunque quede cicatriz. Tengo la sensación de que yo también en un futuro no muy lejano podré experimentar eso que ella tan bien sintetizó "ya no te pienso ni te siento igual". De hecho ella para mi hace tiempo que no es la misma, seguramente a la inversa se pueda decir lo mismo de mí. Así, por ejemplo, no la  recuerdo describiéndome sus lecturas y opinando sobre ellas, ni tampoco hablándome con toda tranquilidad y naturalidad por teléfono. No es una crítica, al contrario, es la expresión de que está bien, mejor, y así debe continuar.

 

Hablar o hacer afirmaciones más o menos genéricas con respecto a las relaciones hombre-mujer es estúpido, mucho más por mi parte que no soy precisamente un modelo a seguir en ello, que no las he sabido sobrellevar. Creo que nunca he tenido una relación estable y normal. De mi experiencia extraña y parcial sólo he podido sacar la conclusión de que ellas tienen más capacidad para pasar página. Incluso en aquellos casos en que he sido yo el que ha roto o provocado la ruptura, han sido ellas las que con más rapidez que tardanza han encontrado sustituto, siempre ha surgido alguien mejor o más normal, más recíproco, alguien con el que casi siempre, por comparación de lo que sucedió conmigo, se han sentido más a gusto. Cuando lo analizo o pienso sobre ello no puedo más que sentirme estúpido y ridículo. Desde luego, no puedo decir que sea el más listo de la clase en esta materia. Me cuesta seguir viviendo, aunque la vida que llevaba con ellas o junto a ellas también me causara agobios.

Seguramente el problema sea mío y no suyo. En aquellos casos en que eran ellas las que decían adiós no recuerdo que nunca lo hicieran porque se sintieran más amadas que amantes, porque supusieran que el tiempo sólo traería dolor, no, nunca dieron el salto al vacío, sin pensar en nada más y sin tener a nadie cerca de la red. Unas veces es que se cansaban demasiado pronto, otras que eran demasiado jóvenes para atarse a una persona, otras que les gustaba jugar y coquetear con unos y otros, otras simplemente que apareció alguien que les gustaba más, algunas, quizá, que yo no era la persona que esperaban. No genero seguridad ni protección, y eso, me temo, es muy del gusto de ellas... Soy consciente de que una vez que dices adiós no puedes esperar que vuelvan a decirte hola, así que todo esto no es más que un ejercicio inútil de divagación y a lo peor de autocompasión.

 

Me sorprende y asombra esa capacidad para el cambio de chip; que alguien que te gustaba mucho, que te desataba pasiones, de repente sólo sea alguien con quien mantener cierta relación de amistad es no diré que imposible, pero sí paradójico, a mi me ha costado normalmente años pasar a esa fase... Es muy femenino, lo ha sido en mi vida, aquello de: "serás uno de mis mejores amigos", "no quiero que una persona como tu desaparezca de mi vida", "estaré a tu lado siempre que me necesites"... "Quedamos a tomar café cuando quieras". Claro que puede pasar y hasta es bueno que pase, pero tan rápido!!! Mis parámetros no están preparados para tales cambios, tan rápidos y tan bruscos.... Cómo es posible que no se den cuenta de que no eres tu la persona adecuada para hablarle de su novio, de sus problemas domésticos con él, de que no le veo en diez días, de que no me llama, de que... lo que quiera que sea, joder tía pero no ves que no, que todavía no estoy preparado para eso. No ves (o es que no quieres verlo) todavía una mirada de deseo en mis ojos. Sí es cierto que uno sigue buscando ese contacto, porque eso, sobre todo al principio de la ruptura te permite seguir manteniendo ciertas esperanzas, necesitas como una droga  dosis de presencia, real o imaginaria. Es algo difícil de controlar y creo que ahí es donde debería expresarse realmente esa amistad, impidiendo, si es necesario abruptamente, que esa situación se prolongue en el tiempo porque desde luego no es beneficioso, en particular para quien todavía no asimila que nunca jamás volverá a vivir determinadas situaciones, que ya es demasiado tarde para rectificar, para comportarse de otra manera. Que ya hubo una oportunidad y que ésta se esfumó, que la vida no pasa en balde, tampoco las personas.... Por tanto quien de los dos se encuentre en situación más estable debería, creo, tomar las riendas y poner fin a ese goteo de falsa amistad.

 

Ayer  me despedí, esta vez de verdad y creo que,  si no es para siempre, sí para un largo tiempo. Ayer le  (para mí siempre será “la”, porque es a ella, pero parece ser que está mal dicho) dije que no puedo ser ese amigo que ella pretende, ese amigo que soy yo para ella. No puedo, mis recuerdos, mis pensamientos, mis deseos me lo impiden. Ya no es lo de hace algunos meses, ese interno destrozo, ese constante dolor del que no sabía como salir, como apartarlo de mi. Afortunadamente ya no pienso en ella constantemente, viene a mi de vez en cuando  y ya soy capaz de luchar contra esa aparición, apartarla de mí, a veces cuesta, a veces determinadas canciones me arrastran hacia la tristeza y l a rabia pero, como digo, ya no es lo de antes… 

Después de tantas cartas, de tantos rollos como la (o "le") mandé en el pasado, ayer conseguí ser escueto y certero…

 

¿Se sentirá por fin aliviada? No, eso no, de hecho creo que  estaba ya en una fase en que no sólo no la (o "le") molestaba que estuviera ahí, sino que hasta de alguna forma le agradaba. Este adiós, pues se lo habrá tomado como tantos otros que pronuncié y luego no cumplí, pero ahora es diferente. Si alguna vez llama, bien, pero quería que supiera que no, que el rollo este del amigo al que le cuentas todo pues que no puedo soportarlo, no puedo aceptar que me hable de él, de que está bien o está mal con él, de que está conviviendo desde hace un mes …etc.. No, lo siento. Además, tras las conversaciones con ella pues me pasaba dos o tres días, o toda la semana, volviendo a recordar, a revivir y quiero poner fin a eso de una vez.

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